“Dibuja un plano de
tu deseo y vive en ese plano, dentro siempre de una norma de
belleza”
Con estas palabras,
citando a Federico García Lorca en la carta que escribía desde
Granada a su amigo Jorge Zalamea en el verano de 1928, nos hablaba
Margarita Karger de Biodanza. Biodanza como una poética de la vida.
Nunca vengo a la
biblioteca a ninguna actividad de las muchas y de gran nivel que se
realizan por la tarde, por la sencilla razón de que trabajo aquí y
necesito desconectar. No concibo mi tiempo de ocio en el mismo lugar
que el del centro de trabajo. Me he perdido conocer de primera mano
autores y autoras importantísimos. Ayer mismo, sin ir más lejos,
teníamos en la biblioteca también un taller con Mateo Revilla sobre
El Bosco. Todas estas cosas me las pierdo.
Sin embargo tenía muy
claro que quería acompañar a mi profesora de biodanza, Maite Vidal,
que con tanta ilusión lo había organizado todo para traer a
Margarita Karger y al mismo nieto de Rolando Toro, el fundador e
ideólogo de la Biodanza.
La tarde fue muy fría y
nos congregamos unas veinte personas nada más frente a Maite Vidal,
Viviana Canalis, Margarita Karger y Marcelo Toro.
Me senté convencida de
que en ese rato iba a aprender un montón de cosas sobre Biodanza, su
fundador, corrientes ... vaya, que mi yo cerebral estaba preparado
para recibir toda la información posible con verdadera avidez.
Enseguida comprendí que
la sesión no tenía nada que ver con mis expectativas. De hecho, al
iniciarse el acto, con las primeras palabras de Maite, cambié mi
postura sobre la silla, me dejé sentir el cuerpo, adopté una
posición más cómoda para mi espalda, me relajé. No hubo discursos
superfluos, ni halagos innecesarios. El mensaje era claro y concreto:
la biodanza es una herramienta para la paz, para el bienestar y la
felicidad. La Biodanza es la danza de la vida, nada más, y nada
menos.
Hubo algunas
intervenciones interesantes acerca de la importancia de introducir
esta técnica en la enseñanza reglada e incluso en las
Universidades. Margarita nos contó sus esfuerzos infructuosos en
esta materia pero que no descarta que en algún momento se comprendan
las bondades de esta técnica como pedagógica y terapéutica al
mismo tiempo.
Terminamos la sesión
danzando, dibujando líneas en el aire de nuestros deseos,
conectando con el corazón, conectando con los otros, conectando con
la vida.
Me fui féliz. No sé
más, tan sólo que quiero vivir en mi plano de deseo en una norma de
belleza.
Como dio el gran Federico García Lorca
ResponderEliminar" Dibuja un plano de tu deseo, y vive suempre en él, dentro de una norma de belleza "
Palabras de Margarita Karger en la presentacion del libro Proyecciones en Biodanza, una dinamica del sentir.Granada 2017 Biblioteca Provincial de Granada
Biblioteca de Andalucía.
ResponderEliminarBiblioteca de Andalucía.
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