Glen Gould, entre otras excentricidades, cortó las patas a su silla, y cuando viajaba para dar conciertos, las llevaba consigo. En el año 1964 se retiró de los escenarios y se dedicó a la grabación de música.
Os invito a que veáis cómo interpretaba este genio a Bach.
También os incluyo un artículo muy interesante publicado en Astrolabio. Revista electrónica de filosofía. Año 2005. Núm.0.: Lo bello seco o la experiencia Gould de Tomás Abraham
La silla de Glen Gould |
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